martes, 31 de mayo de 2011

El Café, una red social líquida

Las redes sociales —Facebook, Twitter, My Space, entre muchas otras— son una de las novedades más claras de este joven siglo XXI. Diversos expertos —economistas, comunicólogos, psicólogos, antropólogos— comienzan a revelarnos cómo las redes sociales se ocupan de la necesidad personal de expresar sentimientos, vivencias, pensamientos; de saberse escuchado, y de encontrar respuestas a las ideas y emociones propias. Lo más importante es que todo parece indicar que las redes sociales convocan a la interrelación a la vez que propician el distanciamiento: potencian la posibilidad de comunicación entre las personas, aún las que no están en el mismo lugar, y, al mismo tiempo, facilitan el alejamiento de muchas otras personas que están a nuestro alrededor. A lo mejor, la fórmula más deseable sería aquella que haga que esas tecnologías nos acerquen a quienes tenemos lejos, o a quienes no podemos decir en persona todo lo que deseamos, al tiempo que seguimos juntos de quienes tenemos más cerca.

Todo ello me trajo una suerte de analogía con el café. Esa estimulante bebida que históricamente ha sido representada en torno a la reunión, la convivencia, el encuentro. El café como punto para reunir a la gente y facilitar la comunicación efectiva y cercana, siempre emparentada con la delicia y la recreación de los sentidos: el café que trae las sensaciones que dejan no sólo su sabor, sino también su color, su aroma y aun el sonido que se escapa al derramarse sobre la taza o, por qué no, al sorber. ¿Cuántas vivencias, cuántas emociones personales están vinculadas al café? ¿Cuántos recuerdos nos llegan al mirar, al oler o al probar una taza de café?

El café, a través de su descubrimiento en Etiopía, su desarrollo en los países árabes, su llegada a Europa y su paso por el mundo, ha logrado colocarse como una bebida emblemática para entablar una conversación. Alrededor de una buena taza de café, se pueden tratar conflictos, emprender relaciones personales, contraer compromisos, tomar decisiones o pasar el tiempo con alguien. ¿Cuántos romances no han iniciado o terminado tras una taza de café?

Tanta ha sido su fuerza de reunión que en el Egipto del siglo XVI se prohibieron los establecimientos con venta de café, porque eran lugares donde se hacían críticas al gobierno y se temía que se planearan conspiraciones. Por estas mismas causas, años más tarde, en Europa también se les limitaron, porque favorecían el intercambio intelectual y se acrecentaba el espíritu crítico. Desde luego que tales medidas censoras tuvieron que ser pronto revocadas por la gran aceptación que hubo de la bebida en el mundo, hasta imponerse como moda, objeto de estatus social y símbolo de germen de inspiración de artistas, filósofos e intelectuales. La fuente de toda esa inspiración era una infusión que se obtiene de los pequeños granos tostados y molidos de la planta del cafeto, que ha dejado huella y ha permanecido por siglos como una de las bebidas más consumidas a nivel mundial con una gran versatilidad en su preparación y hábitos de consumo.

Hay quienes por las mañanas beben café para despertar y poder iniciar el día laboral; hay los que lo prueban por las tardes, para cerrar una buena comida y hacer una sobremesa; los que lo toman por las noches, para acompañar la plática familiar y cerrar el día, o están los que acometen a toda hora para mantenerse activos y hacer llevadero el desvelo. En países como Dinamarca o Suecia, se consumen grandes cantidades de café con mayor tiempo de preparación, a diferencia de algunos países europeos, como Francia e Italia, que optan por un exprés potente y de pronta elaboración. En Estados Unidos —el mayor consumidor—, se consigue café en todos lados, a todas horas y en todas las versiones. Y en México, encontramos el café de olla, con un largo tiempo de infusión —aromatizado con canela y endulzado con piloncillo—, los cafés lecheros, café de chinos, para empezar el día, el café tipo americano, para cerrar una comida, o hasta los grandes cafés gourmets de tiendas especializadas para deleitarse con refinamiento y amplitud.

Sea cual sea la forma de consumirlo —frío, caliente, frappé, con sabores adosados, negro, latte, capuccino— el café ha sido una red social a través del tiempo, en tanto que nos acerca a las personas, alegra las mañanas, invita a la conversación, conforta nuestra penas, consiente en nuestros dolores, entretiene nuestras vidas, inspira nuestras almas; siempre, trayendo un disfrute completo para todos nuestros sentidos. Si las redes sociales parecen ser a veces compañeras de nuestra soledad, el café también ha sido buen compañero de la reflexión íntima que se hace a solas, del libro que se lee en silencio, del momento de retiro.

Así como las redes sociales aparecen como la novedad que ha llegado para favorecer la compañía y la intimación, aquí sigue el viejo café, sitio, ocasión y compañero de algunos de nuestros mejores pensamientos y emociones.













María Rebeca Huerta
Chef Sommelier

lunes, 23 de mayo de 2011

Los Piratas y la difusión de elementos gastronómicos


Ahora que están de moda los piratas, viene a cuento considerar algunos de los más famosos de la historia, los cuales no solamente asaltaban barcos por conseguir oro y piedras preciosas, sino que además buscaban especias y alimentos.
Desde el año 400 a. de C. se habla de la existencia de los piratas, pasando por los vikingos en los s. VII y VIII, y los más famosos en el Renacimiento (1453-1789), cuando se descubrieron nuevas rutas de comercio.

En el Renacimiento los Piratas y Bucaneros eran ex marinos mercantes o ex militares desempleados, personas de diversa procedencia: esclavos fugitivos, forajidos, aventureros, inadaptados, todos ellos querían ser libres y sobre todo ricos, algo que en aquella época era casi imposible para la gente de condición humilde. Los piratas de origen español, francés, holandés, inglés y portugués, buscaban los barcos cargados de tesoros para contribuir a su riqueza personal.
Pero también existían los Corsarios, piratas “legales” como los ingleses. El gobierno acordaba dividir las ganancias con ellos.
¿Qué piratas contribuyeron a la difusión y conocimiento de especias y alimentos en el mundo?
  1.     El Olonés, François L’Olonnais, francés. El más temido y cruel de la historia. Cuentan que masticaba el corazón de los prisioneros muertos y lo escupía en la cara de los otros para atemorizarlos. En uno de sus viajes llegó hasta Venezuela donde se apoderó de: vinos, cognac y semillas de cacao que los españoles tenían en su poder. Al pasar por El Caribe y Honduras se apoderó de maíz, yuca y tabaco. El Olonés llegó hasta las costas de Campeche, el terror a los piratas era tal, que las mujeres no iban al mercado por el miedo de ser violadas o secuestradas. Hasta la fecha en ese estado la tradición es que los hombres vayan al mercado. Su muerte fue trágica: fue capturado por unos caníbales en Panamá: lo despedazaron vivo, lo asaron y se lo comieron.




   2.     Sir Walter Raleigh, corsario inglés. Famoso por popularizar el tabaco en Inglaterra y por ser el primero en llevar a su país la papa y las tomateras (1596), tras haber saqueado navíos españoles, durante el reinado de Isabel I. Fue acusado de participar en una conspiración durante el reinado de Jacobo I, condenado a muerte, posteriormente fue decapitado en Whitehall en 1618.
   3.     Bartholomew Roberts, galés. Por el número de sus atracos, estimados en al menos 400, ha sido considerado como uno de los más exitosos de la historia. Se caracterizaba por el buen trato a las mujeres, la abstinencia de licor y su educación, así como por sus mandamientos, por ejemplo: “La tripulación tiene derecho a provisiones frescas y licores fuertes; No se permiten peleas a bordo; Mantener armas, pistolas y sables limpios”. Se enfocaba en atracar barcos portugueses, de los que obtenía básicamente: caña de azúcar (muy estimada en el Renacimiento), frijol, cuero y tabaco. Murió en una batalla de piratas de un impacto en la garganta.


    4.     Mary Read, inglesa. Desde pequeña su madre la hizo pasar por hombre para poder cobrar una herencia que sólo se entregaba a los varones, posteriormente para defenderse de maltratos, recurrió a disfrazarse de hombre. Se alistó a la marina, conoció a la también pirata Anne Bonny y navegaron juntas. Viajando por El Caribe comerciaron con: callaloo (verdura parecida a la espinaca), pimienta de Jamaica, ackee (fruta tropical), yuca, coco y curry que los ingleses llevaron de la India a otras regiones del mundo. Fue capturada y murió de fiebres extrañas en prisión.

Quizá no de la mejor forma, pero los piratas difundieron y comerciaron con todo tipo de alimentos, especias y tesoros. También gracias a ellos el conocimiento de ciertos alimentos, que probablemente hubieran tardado mucho tiempo en conocerse, dieron la vuelta al mundo, para así hacerse parte de la gastronomía de muchos países. 




















Lic. Zulma Zumaya de la Fuente
Profesora de Patrimonio y Cultura Gastronómica.
 


martes, 17 de mayo de 2011

Oscurecimiento en frutas y verduras

En la preparación de una gran variedad de ensaladas y cócteles a base de fruta y vegetales se corre el riesgo de que éstos se deterioren, desarrollando una coloración que va desde un ligero amarillo hasta el café oscuro, también se hace visible la pérdida de textura y una disminución de aromáticos propios del hortofrutícola.

Para el servidor de alimentos es crucial mantener las características sensoriales del plato al momento de su exhibición y servicio. Sin embargo muchos de nuestros lectores se estarán cuestionando ¿cómo es que los profesionales conservan los atributos organolépticos de estos insumos?, ¿qué moléculas están implicadas en el daño?, ¿cuáles son los detonantes?, ¿es posible evitar las diversas transformaciones que provocan estos cambios?, para responder a estas inquietudes es necesario considerar en primera instancia qué contienen los alimentos.

Los alimentos son mezclas complejas de hidratos de carbono, proteínas, lípidos, vitaminas, minerales, agua, antioxidantes, emulsivos, pigmentos, ácidos, esencias y enzimas; siendo éstas últimas las responsables directas de los cambios indeseables que se observan en los procesos culinarios. Pero ¿qué son las enzimas? y ¿cómo trabajan estas moléculas?

Una enzima es un catalizador biológico que lleva a cabo reacciones bioquímicas a muy altas velocidades y con un elevado grado de especificidad; es decir, es una proteína capaz de transformar más de un millón de moléculas de sustrato, por segundo. La sustancia sobre la cual actúa una enzima se llama sustrato, y las enzimas se denominan por lo general según dichas sustancias. Así, la enzima que ataca el almidón se llama amilasa y aquellas que rompen las proteínas en péptidos y aminoácidos, se denominan proteasas.

Las enzimas están ampliamente distribuidas en la naturaleza, todos los animales y vegetales, al igual que los hongos, levaduras y bacterias las sintetizan; de hecho, su acción está ligada con cualquiera de las etapas biológicas (nacimiento, germinación, desarrollo, crecimiento, reproducción, senectud, muerte, etc.) de todos los tejidos activos. Debido a esto, los alimentos contienen una multitud de enzimas endógenas encargadas de inducir a cambios tanto benéficos como dañinos en los alimentos.

El mecanismo por el que actúan las enzimas se puede ilustrar con una cerradura y su llave. Para abrir la puerta de la reacción se necesita una llave (enzima). La presencia de una llave semejante puede impedir la acción de la enzima, por lo que se le llama “inhibidor”. Algunos agentes químicos empleados para conservación de alimentos actúan como llaves equivocadas que bloquean la cerradura, de esta manera impiden que la enzima correcta provoque las reacciones de descomposición.

Las enzimas controlan innumerables reacciones del organismo. Una porción de chocolate Kinder contiene 125 kilocalorías, suficientes para elevar la temperatura del cuerpo por arriba de los 40°C, lo que provocaría la muerte. Sin embargo, las enzimas del cuerpo controlan una cadena de reacciones que gradúan el poder energético de chocolate almacenándolo para el momento que se requiera.

Las enzimas intervienen en una gran cantidad de procesos para la elaboración de alimentos y bebidas. La fermentación alcohólica, por ejemplo, es producida por levaduras, hongos microscópicos que liberan unas sustancias, precisamente las enzimas, causantes de fermentación.

De las miles de enzimas conocidas, sólo algunas se producen en escala industrial para emplearse en la manufactura tanto de alimentos como de las materias primas para su elaboración; por ejemplo, la actividad de las amilasas hace que el almidón sea transformado en glucosa, fructosa, dextrinas y jarabes con elevado contenido de glucosa y de maltosa.

Además de las anteriores, existen otras enzimas de tipo endógeno presentes de forma natura en los alimentos. Muchas de estas son responsables del ablandamiento natural de la carne, de la rancidez de grasas y aceites, del oscurecimiento aeróbico del alimento, del lagrimeo al cortar ajo y cebolla, de la maduración de frutos y la obtención de la cerveza entre otros.

La polifenoloxidasa también conocida como “fenolasa”, es una enzima presente en frutas y verduras, encargada del oscurecimiento durante daño físico del tejido. Las frutas se pueden proteger por la adición de SO2, ácido cítrico, o bien al evitar su exposición al oxígeno. El método más eficaz para evitar el encafecimiento es el mantener en contacto el alimento con soluciones ácidas (la enzima se inhibe completamente a pH menores a 3) y tratamientos térmicos como el escaldado.

La fenolasa tiene un óptimo de actividad a pH 7.0 y 25°C; su velocidad de inactivación depende del tamaño del fruto, temperatura, pH de la solución en la que se preserve el fruto, así como disponibilidad de oxígeno.

A continuación se plantean una serie de experimentos con el objetivo de identificar y describir la reacción de pardeamiento enzimático

Diseño experimental:
Materiales y equipos: Beaker de 400 ml, 50ml, vasos de vidrio, licuadora, manta de cielo, termómetro, plancha de calentamiento, sartén con mango, aceite, papas, manzanas, duraznos, plátanos, cebollas, champiñones, termómetros, indicador de pH, cuchillos, tablas, rallador.

Reactivos: solución de sacarosa y glucosa al 1 % p/v, zumo de limón, jugo de naranja, solución de NaOH 0,1 M, vinagre comercial, NaCl, solución de sulfito de sodio al 1 % p/v, cloruro de sodio (NaCl), bicarbonato de sodio.

Experimento No. 1: Área de superficie
Pelar 3 manzanas y retirarles el corazón.
Colocar los trozos de manzana en una licuadora, con 100 ml de agua destilada.
Extraer el zumo de la manzana con la manta de cielo. Realizarlo lo más rápido posible.
Colocar 25 ml de zumo de manzana en un vaso de precipitado y otros 25 ml en un plato hondo.
Dejar reposar a temperatura ambiente por 15min.

Experimento No. 2: Efecto de pH
Tomar 6 vasos de vidrio y rotular con las letras A, B, C, D, E y F.
Extraiga el zumo de 1 limón y el zumo de una naranja. Reserve en un vaso de vidrio cada uno por separado.
Coloque en cada tubo las siguientes soluciones:
Zumo de limón.
Jugo de naranja.
Agua destilada.
Solución de NaOH 0,1 M.
Vinagre.
Solución de NaCl al 1%
Determinar el pH de las soluciones utilizadas y de la manzana al natural.
Coloque unas rodajas de plátano en las soluciones anteriores.
Esperar alrededor de 1 hora

Experimento No. 3: Agentes inhibidores
Lave y pele 2 papas. Rállelas por el lado grueso del rallador.
Divida las papas en dos grupos:

Grupo A: Escalde en agua a 90 ºC por 1 min., escurrir y someter a deshidratación. Coloque la muestra en un plato y llévelo al horno a 180°C por 30min.
Grupo B: Sumerja en una solución de sulfito de sodio al 1% por 10 min. Escurra y someta a deshidratación. Coloque la muestra en un plato y llévelo al horno a 180°C por 30min.

Experimento No. 4: Papel de la acidez
Lave cuidadosamente 3 manzanas, 5 duraznos, 3 plátanos maduros, 2 peras y un aguacate
Despréndalas de su cáscara y córtelas en cubos de 3cm por 3cm aproximadamente.
En un bowl coloque las frutas y mézclelas cuidadosamente
Extraiga el zumo de 4 limones pequeños y 2 naranjas, agréguelos a la preparación (en caso de que sean limones muy jugosos agregue la mitad del zumo.)
Déjelas reposar por 15 min

Experimento No. 5: Influencia del oxígeno
Lave 7 cebollas y despréndalas de su cáscara.
Córtelas en julianas (tiras delgadas) y divida en dos porciones resérvelas en un plato
Tape con cristafilm una porción y espere por 45 minutos
Mantenga al descubierto la otra porción y espere por 45 minutos
Compare las cebollas una vez transcurrido el tiempo.

Resultados:

Experimento No 1

Zumo expuesto en superficie de menor diámetro.

Zumo expuesto en superficie de mayor diámetro

Se puede apreciar que a mayor superficie expuesta al oxígeno, mayor es el encafecimiento en el zumo de fruta.

Experimento No. 2






Se puede observar que las soluciones que impiden de forma efectiva el oscurecimiento enzimático, son aquellas que presentan un pH ácido.

Experimento No. 3

Papa en solución de sulfito /  Papa libre del químico

La imagen muestra con claridad el efecto inhibitorio del sulfito de sodio sobre el pardeamiento enzimático.

Experimento No. 4

Frutos inmersos en jugo de limón

Frutos inmersos en jugo de naranja

Del gráfico se puede ver con claridad el papel de los cítricos en la prevención del oscurecimiento enzimático.

Experimento No. 5

Cebolla expuesta al oxígeno
Cebolla cubierta con cristafilm

La fotografía pone de manifiesto la importancia de limitar el paso del oxígeno, en las reacciones de encafecimiento enzimático. Observándose una pérdida de textura, un ligero pardeamiento y una disminución del aroma, en aquella cebolla que no se resguardo del oxígeno.

¡No olvide!, la próxima vez que reserve papa antes de llevar a fritura, sumérgela en agua


¡Recuerde!, al exhibir ensaladas y cócteles de frutas, incorpore cítricos.


¡Tenga presente!, conservar la cáscara del fruto y evitar porcionar demasiado frutos y vegetales

Fuentes de consulta:
  • Nelson, D.; Cox, M. (2009). Lehninger Principles of Biochemistry. España: Omega
  • Fennema, O. R. (2008). Química de los alimentos. Acribia
  • Badui, D. (2006) Química de los Alimentos. México: Pearson Educación
  • Berlitz, H.D; Grosch, W. (2000) Química de los alimentos. Acribia
  • Brian, F. Allan, C. (2008). Ciencia de los alimentos, nutrición y salud. México: Limusa
  • Ana María, P. (2003). La Química en el Arte de Cocinar. Química descriptiva culinaria. México: Trillas /ESDAI
  • Ana María, P. (2007). Química Culinaria 1 a la Carta. México: Tecnológico Hotelero S.C. y Fundación Educativa para la Hospitalidad A.C.
  • Córdova Frunz. (2000). La Química y la Cocina. México: Fondo de Cultura Económica












Mtra. Lilia Felix Urieta
Profesora del área de ciencias

martes, 10 de mayo de 2011

Las Algas

Se les llama algas a las plantas procedentes del océano, que han sido las antecesoras de las plantas terrestres, aunque también existen algas de agua dulce.
Estas plantas han constituido el alimento de diversas culturas, siendo en algunas como es el caso de Japón uno de los ingredientes principales y característicos de su cocina, ya que son usadas para elaborar sopas, ensaladas, caldos, como envoltura en el típico sushi, y como espesante en algunos postres.

Las algas marinas contienen cantidades significativas de ácido glutámico (porción activa del glutamato monosódico), lo que les da un sabor muy agradable siendo el alga Kombu la que más contiene este compuesto, además son ricas en vitamina A, B, C, E, yodo, minerales e incluso proteínas cuando están secas.

Existen alrededor de 20,000 tipos de algas siendo las principales clasificaciones las siguientes:

Algas verdes:
Son las mas parecidas a las plantas terrestres ya que se derivan de ellas, contienen clorofila y almidones, como ejemplo tenemos la lechuga de mar.
           





Algas rojas:
Estas algas cambian de color durante su cocción a verde. Contienen agentes gelificantes como lo son el carraguín y el agar-agar. Los fragmentos del carraguín pueden producir texturas desde quebradizas hasta elásticas.  El agar-agar tiene un poder gelificante mucho mas poderoso que la grenetina.



Algas pardas:
Contienen algin que as muy utilizado en la esferificaciónya que éste alginato en presencia de calcio forma geles que permiten la encapsulación de los líquidos.




Algas de agua dulce:
La espirulina es la más conocida dentro de éste grupo ya que da una sensación de saciedad y ayuda al control de peso, por lo que  ya se puede encontrar en cápsulas.








Hay algunas algas que se utilizan en la industria energética, farmacéutica y cosmética; también hay algunas que resultan tóxicas como la cigua, que al ser consumida por los caracoles estos a su vez ser el alimento de peces tropicales como el mero, barracuda, salmonete, mahimahi, etc, cuando son consumidos por el ser humano pueden producir la intoxicación por ciguatera.

Actualmente existen cultivos de algas en el mar que no exigen mucho presupuesto ni cuidados, son muy simples y con ciclos de producción de entre 4 y 6 semanas dependiendo de las condiciones climatológicas, geográficas y de cepa.













María Fernanda Venegas Soberon
Chef instructora de cocinas de aprendizaje

lunes, 2 de mayo de 2011

Montaje de mesa. La primera impresión es lo que cuenta

En el ámbito restaurantero la publicidad de “boca en boca” es lo esencial. Una cuidadosa elección de los artículos en términos de su diseño, forma, orden, elegancia,  simetría y color; realza la decoración y contribuye a la sensación de absoluta armonía.

Muchas personas sólo se enfocan en lo que van a comer, pero no se fijan todo lo que hay detrás y de cómo comer y aprender  a disfrutar de la mesa.


El montaje de mesa está considerado como el primer impacto que reflejará la calidad dentro y fuera del servicio.

Para disfrutar de un buen montaje de mesa, se deben conocer ciertas reglas básicas, las cuales dirán los tiempos que nos presentarán.

El primer aspecto es la mantelería, la clave para que la mesa luzca hermosa es seleccionar un buen mantel y cubre mantel, que se ajusten adecuadamente a la decoración y concepto.
En muchos restaurantes ocupan tanto mantel como cubre mantel color blanco, por higiene, en otros utilizan un color vivo y el otro neutro. Es decir, si el mantel  es de color vivo, el cubre mantel deberá ser color neutro y por ende, se puede lucir mejor el color y diseño del platillo.

La servilleta ayudará a resaltar la belleza de la mesa. Por higiene es recomendable utilizar servilleta de color blanco de algodón o granité, así mismo entre menos se manipule mayor seguridad le brindaremos al cliente.
Respecto a la loza, en la actualidad se ha modificado la forma y diseño de la vajilla, ya sea para plato sopero, trinche, imperial, panero, etc. En la antigüedad la loza se conocía por ser de forma redonda y de un modelo estándar, en estos tiempos donde la gastronomía ha roto paradigmas y ha abierto nuevos tendencias, los platos los podemos conseguir cuadrados, triangulares, rectangulares, etc. Ahora cualquier plato mientras le dé vista al alimento se puede utilizar para distintos tipos y tiempos del menú.

Reglas básicas para el plaqué



Todo el plaqué se coloca en el mismo orden que el que se va a usar, empezando siempre de afuera hacia adentro. Se colocan en línea recta a 2 dedos de distancia del borde de  la mesa.

La regla universal para su colocación es la siguiente: Cuchillos son puestos a la derecha con las sierras mirando hacia el plato, chucharas del mismo lado y a la derecha del cuchillo. Tenedores lado izquierdo. Considerando que existe plaqué especializado para ciertos alimentos que por su complejidad recitan una herramienta distinta. El plaqué para el postre se monta hacia el frente del cliente,  la cuchara con el mango hacia la derecha y el tenedor con el mango hacia la izquierda.



Hay 2 formas para montar el plaqué:

-        Conforme el comensal va comiendo se le va marcando el cubierto de acuerdo a lo que haya elegido en el menú.

-        Si el menú ya está establecido se puede marcar todo desde un principio, para darle más formalidad al evento.
 
Elegancia con cristalería

La cristalería acentúa la mesa, de acuerdo a su composición podemos utilizar vidrio, que es para mesas y eventos informales, y el cristal que es mas fino.

  
Toda mesa en donde se le está dando importancia a su montaje, debe ir  montada por lo menos con una copa de agua o vino.

  
La copa de agua es la que siempre debe permanecer, en pocas palabras nunca se retira. En el caso de montaje para eventos, en donde existe un menú de vinos en conjunto con el de alimentos, la forma de la alineación de las copas va de acuerdo al número de copas a montarse.
 

La última copa del montaje, la más alejada del comensal, será la de la última bebida a servir.



No es una regla que tengan que estar todas las copas, se puede ir marcando una por una de acuerdo al evento.



Cabe mencionar que una mesa bien puesta no sólo es decoración, es el complemento perfecto para cualquier evento especial pues le da un toque de distinción y elegancia.


 









Sandra Paredes Rivera
Profesora de Servicio del Campus Lomas Verdes