Ahora que están de moda los piratas, viene a cuento considerar algunos de los más famosos de la historia, los cuales no solamente asaltaban barcos por conseguir oro y piedras preciosas, sino que además buscaban especias y alimentos.
Desde el año 400 a. de C. se habla de la existencia de los piratas, pasando por los vikingos en los s. VII y VIII, y los más famosos en el Renacimiento (1453-1789), cuando se descubrieron nuevas rutas de comercio.
En el Renacimiento los Piratas y Bucaneros eran ex marinos mercantes o ex militares desempleados, personas de diversa procedencia: esclavos fugitivos, forajidos, aventureros, inadaptados, todos ellos querían ser libres y sobre todo ricos, algo que en aquella época era casi imposible para la gente de condición humilde. Los piratas de origen español, francés, holandés, inglés y portugués, buscaban los barcos cargados de tesoros para contribuir a su riqueza personal.
Pero también existían los Corsarios, piratas “legales” como los ingleses. El gobierno acordaba dividir las ganancias con ellos.
¿Qué piratas contribuyeron a la difusión y conocimiento de especias y alimentos en el mundo?
1. El Olonés, François L’Olonnais, francés. El más temido y cruel de la historia. Cuentan que masticaba el corazón de los prisioneros muertos y lo escupía en la cara de los otros para atemorizarlos. En uno de sus viajes llegó hasta Venezuela donde se apoderó de: vinos, cognac y semillas de cacao que los españoles tenían en su poder. Al pasar por El Caribe y Honduras se apoderó de maíz, yuca y tabaco. El Olonés llegó hasta las costas de Campeche, el terror a los piratas era tal, que las mujeres no iban al mercado por el miedo de ser violadas o secuestradas. Hasta la fecha en ese estado la tradición es que los hombres vayan al mercado. Su muerte fue trágica: fue capturado por unos caníbales en Panamá: lo despedazaron vivo, lo asaron y se lo comieron.
2. Sir Walter Raleigh, corsario inglés. Famoso por popularizar el tabaco en Inglaterra y por ser el primero en llevar a su país la papa y las tomateras (1596), tras haber saqueado navíos españoles, durante el reinado de Isabel I. Fue acusado de participar en una conspiración durante el reinado de Jacobo I, condenado a muerte, posteriormente fue decapitado en Whitehall en 1618.
3. Bartholomew Roberts, galés. Por el número de sus atracos, estimados en al menos 400, ha sido considerado como uno de los más exitosos de la historia. Se caracterizaba por el buen trato a las mujeres, la abstinencia de licor y su educación, así como por sus mandamientos, por ejemplo: “La tripulación tiene derecho a provisiones frescas y licores fuertes; No se permiten peleas a bordo; Mantener armas, pistolas y sables limpios”. Se enfocaba en atracar barcos portugueses, de los que obtenía básicamente: caña de azúcar (muy estimada en el Renacimiento), frijol, cuero y tabaco. Murió en una batalla de piratas de un impacto en la garganta.
4. Mary Read, inglesa. Desde pequeña su madre la hizo pasar por hombre para poder cobrar una herencia que sólo se entregaba a los varones, posteriormente para defenderse de maltratos, recurrió a disfrazarse de hombre. Se alistó a la marina, conoció a la también pirata Anne Bonny y navegaron juntas. Viajando por El Caribe comerciaron con: callaloo (verdura parecida a la espinaca), pimienta de Jamaica, ackee (fruta tropical), yuca, coco y curry que los ingleses llevaron de la India a otras regiones del mundo. Fue capturada y murió de fiebres extrañas en prisión.
Quizá no de la mejor forma, pero los piratas difundieron y comerciaron con todo tipo de alimentos, especias y tesoros. También gracias a ellos el conocimiento de ciertos alimentos, que probablemente hubieran tardado mucho tiempo en conocerse, dieron la vuelta al mundo, para así hacerse parte de la gastronomía de muchos países.
Lic. Zulma Zumaya de la Fuente
Profesora de Patrimonio y Cultura Gastronómica.
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